Así somos  

 

- Cerno Oriental

- Schubert Flores

- Odracir Ferreira

- Héctor García Martínez

- Editorial del programa Nº 1

- El cerno en la canción

- Fotos con amigos

 

EL CERNO EN LA CANCION


“La cáscara es lo que se va. El cerno queda”.
Aparicio Saravia 

EL CERNO QUEDA | NUESTRA RAZON | MIS CAMINOS

A MI PATRIA CHICA | A PURO CORAZON

 

MIS CAMINOS

 

Shotis. Letra de “Lalo” Mendoza y Santiago Chalar interpretada por Los Aparceros. Séptimo tema del CD “Hasta que ardan los candiles” editado en 2000 por el sello Ayuí/ Tacuabé. Los Aparceros intercalan un recitado en homenaje a Santiago Chalar.

 

Hace añares carretié

pa’los cien pagos minuanos.

Eran caminos tiranos

aquellos que apechugué

 

Me topé con pedregales

herejes pál enyantau.

Más ellos etaban templau

con el temple de orientales.

 

Años risueños que hasta el sol

tranquiaba al paso,

como que eran fierazos

pero para mi eran buenos.

 

Los torié sacando pecho

con mi carreta toldada.

Vuelta y viento en las bajadas,

vuelta y brisa en los repechos.

 

En mis largos carreteadas

entre cerros empinados

sentía los riachos plateados

tatarear en las cascadas.

 

Me daba el sol la horita

justo al segundo.

De noche marcaba el rumbo

la brillante Cruz del Sur

 

............................................

 

Santiago Chalar, criollo

de cualquier pago oriental.

Fuiste y serás puntal

del canto de mi país.

 

Y hoy quiero cantar aquí

con más fuerza cada vez

porque tu recuerdo es

cerno de las tradiciones.

 

En guitarras y acordeones,

clavel del aire tal vez.

 

Tu guitarra y  tu versear

serán hermoso lucero

p’alumbrar el sendero

que inauguró tu amistad.

 

Y esa acordeón vibrará

cada vez que allá en el cielo

con tu “ yeito más fasero”

te requiebres al bailar

porque siempre habrás de estar

en el abrazo Aparcero.

 

.................................................

 

Y cuando el sol a los nidos

llega arrancando trinos

le contaba  a mi camino

como maneador tendido.

 

Al recordarme ocasiones

de mis caminos minuanos

se me juye, hermano, en vano

una yunta e’lagrimones.

 

Años risueños

que hasta el sol tranqueaba al paso.

Caminos que eran fierazos

pero para mi eran buenos.

 

Me daba el sol la horita

justo al segundo.

De noche marcaba el rumbo

la brillante Cruz del Sur.

 


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