Todos
los años, desde hace dieciocho, se realiza en Tacuarembó la "Fiesta
de la Patria Gaucha", uno de los mayores y originales
acontecimientos culturales del Uruguay y la región. Consiste, básicamente,
en un concurso de aparcerías –sociedades nativistas- que a orillas
de la Laguna de las Lavanderas, desarrollan y expresan sus habilidades
y estética criollas. El sábado, toda la ciudad asiste al desfile de
la caballería gaucha. El domingo, la misa campal constituye otra cita
ineludible. Y todas las noches, los músicos y cantores populares
ofrendan su arte. Esta vez, el evento ofrecía el atractivo extra de
un número artístico de fama internacional.
Pero
el arribo de "Los Nocheros" al escenario "Ansina"
estuvo acompañado de un aparatoso y avasallante dispositivo de
seguridad, absolutamente innecesario y desusado para el medio. Téngase
presente que el día anterior había actuado "Pepe"
Guerra, el más popular cantor oriental en actividad, quien llegó
–y se retiró- conduciendo su propio vehículo y atendió
amablemente a periodistas y simpatizantes. Y que esta fiesta, vende más
de 50.000 entradas, que por su característica campera, miles andan
cuchillo al cinto sin que nunca se produzca un altercado (cuesta
creer, pero aún quedan reductos con sanas costumbres,
incontaminados).
A
continuación, el productor y la custodia argentina que acompañaban
al promocionado conjunto salteño, poseídos de una prepotencia y
soberbia absolutas, desalojaron del escenario e inmediaciones,
arbitraria y humillantemente a toda la prensa. Parecían punteros de
una "barra brava" jugando de locatarios.... Particularmente
me produce asco el fenómeno por el cual estos productos de consumo
masivo, abusan de la humildad y sencillez de los pueblos del interior,
mansos, y al mismo tiempo, deslumbrados por los famosos.
Entonces,
reaccioné en defensa de los derechos de los periodistas acreditados
ante la organización del evento. Fui intimado a retirarme por tales
personeros y guardaespaldas, orden que no pudieron concretar ante mi
firme actitud en defensa de la libertad de prensa y de trabajo . Pero
quedé "bajo sospecha" durante todo el recital. Y al final,
cuando quise grabar la reacción del público con un portátil de
audio, el sujeto-productor me encaró altaneramente, al grito de
-"Apagálo
o te lo saco"!!!.
Indignado, absorto, volví a responderle negativamente. Inmediatamente
fui salvajemente agredido por dos sujetos que me inmovilizaron con sus
técnicas de combate, me arrastraron violentamente (llegaron a
torcerle el brazo a mi compañera que intercedía en la escena) y
hasta intentaron apoderarse del grabador. De no mediar la oportuna
intervención policial, seguramente hubiera terminado con algunos
huesos rotos. Estos "pato vicas" son famosos en Buenos Aires
por sus agresiones mortales a jóvenes concurrentes a distintas
discotecas.
Sin
perjuicio de las acciones legales correspondientes, quiero hacer
conocer por este medio, un episodio que también forma parte del show
de "Los Nocheros".... Al mismo tiempo, preguntar a quién
corresponda, hasta dónde una producción artística-comercial, puede
impedir fotografiar, filmar, grabar, transmitir o atribuirse el
derecho de determinar qué temas y escenas pueden registrarse y
difundirse ( la suspicacia me anticipa que quizás se pretende
disimular otro fiasco de "play back" como la colosal estafa
protagonizada en el Estadio Chateau Carreras de Córdoba....).
Finalmente, alertar a los organizadores de eventos para que no se
dejen sorprender en su buena fe, no firmen cláusulas inadmisibles, de
dudosa legalidad, y terminen "rascando el lomo al chancho"
(con varios miles de dólares...).
Schubert
FLORES VASSELLA
C.I.
1.968.911-2